Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular que causa daño al nervio óptico, conduciendo a una pérdida creciente de la visión periférica y eventualmente, si no se trata, produce la pérdida completa de la visión. El riesgo de glaucoma aumenta con la edad y la prevalencia en mayores de 50 años es del 2%, y el 5% en mayores de 70 años. La mitad de los pacientes con glaucoma son inconscientes de su condición ya que la enfermedad no presenta ningún síntoma, especialmente en las primeras etapas. Sin embargo, después de la degeneración macular, el glaucoma es la siguiente enfermedad ocular que causa pérdida de visión.
La presión del ojo es normal (10-21mmHg) en la mitad de los pacientes con glaucoma, pero no solo es necesario una simple medición de la presión ocular para su diagnóstico. Para evaluar si el paciente sufre de glaucoma o no, se necesitan exámenes más exhaustivos como exámenes OCT de la mácula, mediciones de las capas de la retina y exámenes de campo visual. El factor de riesgo para el glaucoma es:
- Alta presión ocular
- Edad
- Exfoliación de la lente
- Sangrado de la papila del nervio óptico
- Diabetes
- Miopía
- Factores genéticos
- Factores étnicos
Se realizan varios exámenes durante su visita al oftalmólogo: se detallan los factores de riesgo, se mide la presión ocular, se examinan la estructura del ojo así como los ángulos de cámara, fotografía del fondo de ojo, (OCT) de la papila y del nervio óptico. Los resultados de estos exámenes permitirán evaluar la necesidad de nuevos exámenes o el seguimiento de cambios. Sin estos exámenes, es imposible para un médico estimar si existe un riesgo de glaucoma, o si la enfermedad ya es prevalente. Como recordatorio, una simple medición de la presión ocular no es un criterio diagnóstico válido para diagnosticar el glaucoma.
En el tratamiento del glaucoma, el objetivo es bajar la presión del ojo con medicación, láser o cirugía. La mayoría de los pacientes que son diagnosticados tempranamente y que han recibido tratamiento antes de que se hayan producido grandes daños, se manejan bastante bien con la enfermedad en su vida. Sin embargo, algunos tipos de glaucoma causan un daño extenso ya en las primeras etapas (en un par de meses), por lo que es importante seguir las recomendaciones del médico sobre la frecuencia de los seguimientos.
El glaucoma es una afección grave que no puede ser diagnosticada simplemente midiendo la presión ocular. El tratamiento temprano ralentiza o incluso impide que la enfermedad progrese y los pacientes pueden llevar una vida normal. Debe realizarse un examen minucioso cuando la presbicia se pone en marcha, normalmente a la edad de 45 años. Después de eso, los exámenes regulares deben hacerse de acuerdo con las recomendaciones del médico.